- Dan, ¿me continuas queriendo tanto como el primer día? - pronunció Audrey sentada en uno de los bancos de aquel viejo parque.
- Pues claro mi amor, ya sabes que más que yo no te va a querer nadie - contestó Dan
Audrey se sentia orgullosa de si misma, era su primera relación seria y sabía que jamás encontraría a un chico tan especial como Dan, pero notaba que algo no funcionaba bien, él estaba más distante de lo normal y los besos se habian reducido única y exclusivamente a noches de pasión. Parecía que la relación no tuviera la misma magia que tenia al principio, como si las magdalenas hubieran absorbido todo el chocolate de la taza.
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